Hay en mi una extraña fuerza que necesita de algo que sea imprescindible, esa fuerza se libera a costa de mi propia libertad, una de las dos debe necesariamente permanecer cautiva.
No quiero mi libertad si no puedo compartirla, el desafío mas grande es negarse y mantenerse, perderse en un otro con adoración y cariño y a la ves cuidar la propia integridad sin renunciar a uno mismo.
Si falta el Trabajo de la negación no hay compromiso y no hay Verdad, y todo en la vida se inclina a un sin sabor desesperante. Si se renuncia al sí propio no hay libertad, y todo se pierde en una vida de sujeciones neuróticas infelices. Los extremos son lo mas fácil de encontrar.
De todas las cosas donde el Espíritu se manifiesta, la mas importante es el amor, y por tanto, la más digna de ser desarrollada.
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..y caer nuevamente en el amplio (y por que no, vago) sendero aristotélico.. aunque en estos casos es arto difícil ser discordante, el pensamiento teleológico nos lleva a un término, a un "fin" valga la redundancia.. y el desarrollo no tiene sentido sin este..y en estos casos, no hay más que pensar en nuestra moira, inevitable y thanatocrática.. Quizas el amor, como la filosofía sean solo meras evasivas a la muerte... Ro.
ResponderEliminarya me parecia que no aparesca la vos de la conciencia: Rom... :). Ahora bien, podriamos entender la Dialectica del Amor como desarrollandose en el plano de una relacion de pareja? Aunque esto iria en contra de lo tipicamente "hegeliano", hablariamos de 2 autoconciencias que ya no "luchan" por el reconocimiento, sino que se lo entregan mutuamente en un afecto reciproco. El problema es si esto puede ser Premisa o es necesariamente resultado... es decir, creo que hacen falta las marcas del tiempo en el corazon para llegar a este ideal. :)
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