Ábrete capullo y vuela lejos,
despliégate cuanto puedas,
conocerás el mundo y a los hombres,
en el mediodía de la vida, donde es tan lejano el ocaso.
Recuérdame,
aunque no me necesites mientras dure la ilusión.
Yo soy eso que buscas y no puedes encontrar,
soy lo que siempre quisiste ver y nunca viste,
pues los ojos no ven el corazón.
Y cuando ya no brille el Sol
y el vigor de tus alas flaquee,
cuando conozcas la traición y las guerras,
tu pecho arderá en soledad desconsolada
y querrás no haber volado,
tus ojos romperán en llanto eterno
y por primera vez verán.
Entonces, yo que nunca te he dejado,
estaré aquí esperando, y drenaré tus penas.
Encontrarás en mi amor y verdad,
y darás con la necesidad de tu vuelo,
no fue en vano salir si me has vuelto a encontrar.
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